Puede que esta expresión se use habitualmente para pelotones de fusilamiento o para maniobras militares en desuso, pero creo que también puede llegar a ser usada para esta imagen.
Las calculadoras y varas de medir de los priostres se afinan como si fuesen las varas de mando de grandes capitanes para ubicar en algunos casos de forma casi milagrosa un ejército de cirios incontables que con su fuego a discreción despejan el camino de "la generala".
Y como buen ejército, al frente sus oficiales que portan flores por galones y se entregarán hasta el agotamiento en su única batalla.
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