Es duro de admitir y difícil de explicar, pero no me queda más remedio que admitirlo: En muchas ocasiones mi cámara se me queda pequeña.
Quisiera transmitir tantas cosas con una imagen... y no puedo.
Me encantaría que al ver la fotografía de un pueblo blanco encalado bajo sol mañanero de justicia costase abrir los ojos por deslumbramiento, como si todo el que la viese tuviera la sensación de haber estado a mi lado en ese justo momento.
Que todo el mundo empiece a salibar y sienta el impulso de buscar algún tipo de dulce al ver un postre tan apetitoso, que la sensación de saciedad llame a la puerta de los estómagos con el simple hecho de ver tan suculento plato en el monitor, que se llenen los ojos de azúcar, leche y demás ingredientes de la repostería. Que vayamos presurosos dispuestos a preparar copa, café y puro.
Pero no conforme con esto, me gustaría ser aún más "provocador".
Me gustaría ser capaz de activar todos los sentidos, de hacer provocar una cascada de sensaciones entrando sólamente por la vista, pero me tengo que conformar con eso, con la mera intención.
Pero al fin y al cabo, sòlo dispongo de una cámara de fotos capaz de captar imágenes que cada cual interpretará a su manera, bajo sus experiencias y gustos.
Imágenes que sólo pueden transmitor sentimientos a duras penas (que no es poco y de lo que quizás hable en otra ocasión)
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