Debo mil cosas.
Debo la vida, debo el aire que respiro, debo mil veces lo poquito que tengo.
Como se dice por aquí debo hasta de callarme, pero no lo hago.
Estoy entrampado hasta los ojos, y justo en el momento en que el color de mis cuentas es más rojo que nunca no se me ocurre otra cosa que embarcarme en una nueva deuda.
Cuando parecía que mi crédito estaba más que agotado cae en mis manos un cheque en blanco que sólo dios sabe si sabré rentabilizar.
Harto de mendigar de ventanilla en ventanilla me llama el mismísimo director a su oficina para decirme que tengo el aval más inportante, que me ofrecen billetes de cien, de cien vidas por delante, de cien vidas que cualquiera envidiaría.
Pero sé que lo debo, y espero ser capaz de pagarlo con intereses y creces para que el trato sea rentable para todas las partes.
A todo esto... me estoy dando cuenta que por aquí también debo una foto...
En sueños
Hace 3 años
Un momento ¿cuándo has cambiado el fondo? si es que no sabía ande andaba jaja.
ResponderEliminar¿Qué has pedio pasta al banco? tenemos que hablar, no sea que me hayas comprado algo jaja.
Enga wapisimo, sea lo que sea, tu puedes salir palante, ¿pq? porque tu lo vales.
Besos.