Hace tiempo casi llegué a detestarte. Hubo una época en que mi alma estuvo envenenada por las serpientes y alacranes que desgraciadamente te rondan. Tiempo atrás llegué a sentir incomodidad al verte pues estaba defraudado, puede que incluso frustrado.
Hace tiempo tuve una imagen tuya en la mente que estaba desvirtuada. Corría la imagen de un falso espejismo tuyo dentro de mí, en mis venas, en mi cabeza, en mi corazón.
Pero por suerte maté al perro. Me inmolé para así acabar con la rabia que me corroía las entrañas. Tuve que hacerlo, pues sabía demasiado... para los demás. Acabé con el eterno encapotado gris ceniza que te cubría amenazando eternas tormentas temperamentales.
Y ahora después de todo... Sólo puedo decir que soy yo de nuevo. Me quedo como nunca tuve que dejar de estar, disfrutando de verdad. Contemplándote y sabiendo que eres como el buen vino, que en tus imperfecciones está tu personalidad, tu atractivo, tu capacidad de sorprenderme...
De nuevo vuelvo a sentir unas ganas de tí que hace mucho dejé de notar. De nuevo vuelvo a sentir la impaciencia que hace que cuente los días para que llegues. De nuevo vuelvo a sentir la sensación de un niño en vísperas navideñas. De nuevo estoy convencido que este año me deparará sensaciones nunca antes experimentadas.
De nuevo todo será nuevo.
En sueños
Hace 3 años
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