APARECIÓ ANDALUCÍA

Iba yo andando por un pueblo en ruinas y de repente, sin comerlo ni beberlo, voy y me encuentro esta estampa.

Si señor, un oasis dentro de un paisaje digno de Bagdag o Kosovo. Una estampa que nos dice que nos encontramos en Andalucía como si estuviese en un enorme luminoso de letras de neón.

Mucho más que las tan renombradas "realidades nacionales", una forma de vida, de ser, de hacer, de actuar, un sentido estético diferenciador, una isla con todos sus habíos en el oceano de la globalización tan controlado por esta red omnipotente y omnipresente.

Claramente puedo decir que soy andaluz y lo disfruto.

P. D. Pobre de aquel que niegue su identidad y sus raices.