Con andar pausado y al son de una banda, rebosando estilo por los cuatro costados, siendo en centro de atención de todos los presentes, sin aspavientos, con toda su cuadrilla, saliendo por "su puerta grande" y, cómo no, con su magnífico capote de paseo.
¿Se puede ser más torera en este mundo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario