miércoles, 15 de abril de 2009

DEL VALOR DE LO EFÍMERO Y PASAJERO



Esto de la semana santa, las cofradías y el folklore religioso, como todas las cosas, tiene sus seguidores y detractores, como todo en este mundo (cosa muy normal, por otra parte).

De los seguidores no tengo mucho que decir. Puede que sólamente catalogarlos en una escala que bien puede ir desde los radicales hasta los simpatizantes pasando por diferentes escalafones intermedios.

En los detractores me quiero parar un poco más. Aquí hago una gran división. Por un lado los racionales. Gente generalmente respetuosa que tiene motivos fundamentados para pensar y actuar como lo hacen. Personas que bien por motivos religiosos, principios o experiencias personales discrepan con lo relaccionado con este mundillo.
Por último llego al mehollo de los irracionales. Gente que se suele defender con una frase burda, bruta,que muestra su desconocimiento de forma flagrante.
"¿Para qué vas a ver los pasos si todos los años son los mismos?"
¿Cuánto desconocimiento no se puede llegar a tener para acabar usando estos pseudoargumentos? ¿Dónde queda el carácter efímero de la artesanía cofrade? Los exornos florales. la cera, las diferentes combinaciones cromáticas que pueden ofrecer la alternancia de los diferentes elementos, y todo esto unido a acompañamientos musicales, inciensos... todo un festín para los sentidos.
Después la "sabiduría popular" califica lo que ve... o no ve.
Sea como sea, por suerte las cofradías salen a la calle cada año para quien quiera ir a verlas... y que cumplan muchos más.

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