Definitivamente me he dado cuenta. Eres tú y yo sin saberlo, sin querer admitirlo.
Eres obvertura de ópera perfecta, prólogo de best seller, primer bocado de un banquete... la viva imagen del inicio de todo lo bueno.
Creía que la emoción, la alegría, la sensación de satisfacción venían de otro lado, de otros sitios, de gente... pero me he dado cuenta de la verdad. Y la única verdad es que vienen de tí.
No son los ingredientes ni aderezos, sino el dia. No es sólo lo que hay sino también lo que vaticina. No son las cosas como dicen, sino como realmente son.
Tengo la suerte de poder decir que he experimentado la felicidad de todos los años, la que últimamente no venía sintiendo.
Lo tengo muy claro, sólo me la has dado tú, como hace tiempo que no hacías, domingo de ramos, hace tiempo que te venía echando en falta.
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