Y aquí ando, delante de la ventana observando días de lluvia eterna.
Las yemas de mis dedos que un día se bañaron en dulce estruendo han vuelto a quedarse sordas.
Sigue lloviendo y no se oye la voz que abra claros en el horizonte. Los días radiantes de dos soles suenan a lejana fábula, a mito del olimpo, a historias de maná y tierra de leche y miel.
Es curioso, pero siempre escuché que la felicidad nunca era completa, pero jamás logré imaginar que justamente le faltaría un brazo, que sería "manquita"... ¡Quién me lo iba a decir a mí!
Weeee ese Erchaky macizo que escribe divinamente. Mira que os está lloviendo eh... os veo en patera, na, si te ves muy mal vente pa Madrid. ¿Eso no es una canción del Barrio? jeje ¡Wapo! feliz año nuevo :*
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