¿Quién recuerda a Atila, rey de los Hunos?Ese hombre que a parte de hacer fechorías por donde quiera que fuese parece ser que tenía un caballo con vocación de cortacésped, pues donde pisaba el mencionado equino no volvía a crecer la hierba.
Pero tenemos a este buen Señor de pisada humilde y suave. Todo un Señor que no atemoriza a la gente de bien , sino todo lo contrario. Un Señor que sólamente tiene montura en domingo de ramos, y para colmo no es un alazán señorial ni guerrero, sino un simple asno.
Este Señor parece ir compensando con su pisada la desertización provocada por el corcel mencionado al principio, pues como vemos en la imagen de su huella nacen brotes, y como vemos en la calle, su caminar está siempre rodeado de las más bellas flores.
Bendito caminar, maravilloso caminar, bellísimo caminar...
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