Así como quien no quiere, poquito a poco te colaste sigilosamente y ahora retumbas dentro con un estruendo de bullicio, de ingenio, de algarabía, de vida...
Dos son las dosis tuyas que me faltan, en las que aun sabiendo de tu falta no lograba controlar.
Noches en vela disfrazadas de fiesta, pero en las que faltaba un ingrediente.
No tenía la ración de "pimienta" diaria, mi sangre pedía algo capaz de cambiar la carta de "dos de oros" en la que se convertía mi cara cuando llegaba la terrible hora de los fantasmas, esa hora en la que las luces se apagan y queda uno solo ante sí mismo y sus pensamientos y temores.
Durante la escasez, he buscado "metadona" donde pude ver que no la hay.... una imagen ahora.... una foto más tarde... pero todo se desvanece al encontrarte una noche antes de la cuenta, pero eso sí, has sabido dar sólo un destello para no aniquilarme, para salvarme de la sobredosis.
Este enganchado tiene "mono"...no lo mates de sufrimiento.
hola pedruki, me preocupa este ultimo post tuyo...
ResponderEliminarespero que no seas tu quien tengas esos problemillas
Carmen
A las muy buenas, Carmen
ResponderEliminarLo primero que te quiero decir es que me alegra muchísimo que de vez en cuando entres y leas por aquí las cuatro tonterías que se me vienen a la cabeza.
Acerca de lo que escribes y crees haber percibido te digo que para nada. Por suerte estoy muy bien en todos los aspectos, y sinceramente espero mejorar aún mas. Bueno esto último ya te lo contaré...